Arco Iris Dulce!!

Los amigos de The Cake Blog comparten con nosotros este tutorial tan ilustrativo de cómo hacer una colorida tarta para estos días de sol. Está en inglés, pero para aquellos que no entendéis, con las ilustraciones es más que suficiente!

Disfrutadlo!

 

DIY Rainbow Petal Cake 

July 30th, 2013 by Carrie Sellman | 6 Comments

You may have seen the DIY Rainbow Sprinkle Cake that we featured last fall.  Just possibly.  Maybe?  As it made its way around Pinterest and back.  In case you missed it, let’s just say it was absolutely fabulous and one of the top posts from 2012!  So needless to say, we’re quite excited because the talented baker behind the sprinkle cake tutorial… is back again today!  With another straightforward and totally achievable DIY.  Kate Wagner of The Greedy Baker is using everyday items to decorate a spectacular rainbow cake, perfect for any celebration.  It’s vivid, bright and has us cheering for a supply list including zip lock bags and spoons.  And once you see how easy it is, you’ll be cheering too!  It’s a DIY Rainbow Petal Cake!

This style of cake decorating is super simple yet incredibly effective.  Most importantly it doesn’t require any fancy decorating equipment, just every day items found in most kitchens.  So grab a spoon and let’s get started!

RAINBOW BUTTERCREAM PETAL CAKE
a DIY by Kate Wagner
Materials:

• 6″ crumb coated cake, chilled.
• Cake board or plate
• Skewer / Toothpick
• Ruler
• 3 cups Buttercream
• Icing / Frosting food color
• 6 zip lock bags
• A teaspoon
• Paper towel
• Scissors
• Turntable (optional)
• 6 glasses/cups

STEP ONE:  Take your chilled, crumb coated cake and place on your turntable. Measure the height of your cake and using the skewer or toothpick mark mid height all the way around, holding the skewer against the ruler for a guide. This cake was exactly 4″ therefore the marking is at a height of 2″. This marking will be your guideline to help keep you piping dots in a consistent and even manner.
STEP TWO:  Divide the buttercream into 6 x 1/2 cup amounts. Tint buttercream as desired. For this tutorial the ‘Electric’ range of gel colors by Americolor were used. Fill the zip lock bags with each individual color and snip off roughly a 1/4″ from the tip of each bag.
STEP THREE:   Place each bag of buttercream into a glass and line them up in the order you wish to pipe. This simple tip will keep your workspace tidy as well as helping you keep track of the color order.
STEP FOUR:  Pipe your first row of dots onto the cake. Use the guideline to help get even sized dots by piping 3 dots above the line and 3 dots below.
STEP FIVE:  Take the teaspoon and using the back gently swipe each dot evenly to the right or left. Using the paper towel clean the teaspoon between each swipe so that the colors stay separated.
STEP SIX:  Continue to pipe and swipe rows of dots. Stop and check that you’re keeping a nice vertical line every few rows.
STEP SEVEN:  When you have reached your starting point finish up with a row of unswiped dots. This will be the back of the cake.
STEP EIGHT:  At this point chill the cake for 10 minutes before starting on the top. Once chilled, pipe a circle of dots around the outer top edge and swipe into the center.
STEP NINE:  Continue in this manner until finishing with a single dot of color right in the very center. Alternatively you might like to finish the top in a snail style, swirl pattern. In this case you would start again from the outer edge, pipe a single dot, swipe and repeat until you’ve reached the center. Again finish with a single dot.
STEP TEN:  Step back and admire your rainbow creation.  Then serve and enjoy!


Have fun with this simple buttercream technique by changing up the colors and patterns – there are so many design possibilities!
VENDORS & CREDITS:
Cake & Tutorial:  Kate Wagner of  The Greedy Baker

Peppa!!

No podía ser... En la lista de protagonistas infantiles de mis pasteles me faltaba la Peppa Pig. Os tengo que confesar que cuando me encargaron este pastel no tenía ni idea de quién era la "Peppa Pig". Así que cuando una parejita a la que quiero mucho me dijo que para Paula había que hacer una tarta con este personaje, me tuve que poner al día. 

Otra confesión: la primera vez que la ví... bueno, no me pareció nada especial. Pero después de ver capítulos de sus dibujos, buscar "fotos" y conocer a sus amigos, esta criatura me pareció encantadora.

¿Qué os parece?

La Peppa tiene un hermanito, George Pig, que también quería estar en la tarta acompañando a su hermana...

La verdadera protagonista del día era Paula, ya os lo he dicho, que hacía 3 añitos... Éste es el detalle del soporte donde estaba sujetada la vela, con el "número mágico"! Podemos ver también detalles de la base de la tarta, que simulaba un día en medio de la Naturaleza. Cinco árboles frutales, la hierba, y las flores envolvían toda la tarta.

Una vez más en una fiesta infantil el protagonista del sabor fue el chocolate. El interior otra sinfonía de chocolates negros y blancos, con almíbar de frutos rojos y limón. Esta mezcla de sabores está triunfando!

Sé que a Paula le gustó su tarta de cumpleaños, que al fin y al cabo eso es lo importante. ¡Bueno, y a sus papis también! Y sé que la Peppa Pig acabó en las manos de Paula, como es natural... Per molt anys, Paula!

Una Pastel de Boda totalmente a medida

El encargo llegó a través de una persona encantadora, que fue el perfecto enlace para llegar a personalizar al máximo una tarta de bodas de unos novios que no conocía. La petición fué "Una tarta de boda, que sea diferente, que tenga como temática el padel". Así que documentación a tope! 

Pedí una foto de sus palas de padel... Y éste fue el resultado: una reproducción exacta de las palas con las que suelen jugar los dos miembros de la pareja!

Las pelotas de padel que véis alrededor eran de chocolate blanco con la marca de la pelota en royal icing.

Se me ocurrió reproducir a los novios en dos figuritas, y además vestirlos con la ropa que normalmente usan para jugar. Más documentación! Los dos quedaron guapísimos! Todo hecho con pasta de azúcar, tanto las palas como los novios.

¿Verdad que son unas figuras monísimas? Preferí hacerlas tipo muñeco en vez de hacer figura humana más realista, me pareció que le daba el aire necesario a la tarta. Si os fijáis, en la base de cada piso de la tarta hay una especie de red blanca realizada en glasa de azúcar, simulando la red de la pista de padel. Os muestro el conjunto de la parte superior.

 

 Estos dos pisos superiores son de color verde manzana muy clarito, que proviene del degradado de color verde de la base de la tarta, que intenta simular el verde de la pista de juego. Corté varias tiras de pasta de azúcar, una vez forrada la tarta, de 40 cm, y después de darles rizo una por una, las fuí adhiriendo en capas superpuestas. Me parece un efecto muy sofisticado que siempre resulta y que compensa su laboriosidad! Mirad la tarta al completo...

Preciosa, verdad? La pareja protagonista quedó encantada con todos estos detalles que sus amigos se esforzaron en regalarles...

El bizcocho era de vainilla y toque de frambuesa, mojado con un almíbar de frambuesa, limón y un toque de ginebra. El frosting, de color verde manzana, era buttercream de vainilla con frutas del bosque troceadas... ¡Realmente delicioso! El contraste entre el rojo y el verde manzana del interior de la tarta, una fiesta estética.

Acompañando y rodeando el pastel presentamos unos cupcakes del mismo sabor que el pastel, imitando el efecto de la hierba y decorados con unas perlitas. 

Pues una vez más, objetivo cumplido!

Una tarta para una boda en el castillo de Riudabella

Estamos en época de bodas... y por supuesto, en Dolça Fantasia estamos en ello. No nos da tiempo de compartir todos los pasteles que hacemos (algunos por la imposibilidad de hacer una buena foto, otros simplemente por falta de tiempo), pero en ello estamos, como os he dicho al principio...

Bien, pues la semana nos pidieron que hiciéramos una creación para ese momento tan especial de sacar la tarta de novios, hacer las fotos, y "cortar el pastel". La tarta que se comieron no era ésta, pero la novia quería una especial que escogió entre varias opciones que le dimos. Y aquí tenéis el resultado.

La base para la tarta hacía 65 cm de diámetro (en la foto no está), y la primera tarta 50 cm. En medio del calor, estirar el fondant y cubrir una base tan grande es verdaderamente un trabajazo! Pero quedó perfecta!  La altura total de la tarta no llega al metro pero poco le falta!

Os he mostrado dos detalles del montaje: las decoraciones que rodeaban el contorno y a diferentes alturas, imitando bolas que caían de la "fuente" del decorado superior, que quedó realmente logrado. Un acabado perlado para todas las bolitas, y finalmente a a la tarta, dió como resultado un montaje espectacular. Ya sabéis que, aunque las tartas de boda pueden ser de mis colores y formas, y todas quedan preciosas, yo particularmente siento debilidad por la uniformidad del blanco. 

Confirmado una vez más: los novios felices, nosotros felices!!

El zapatito de... Saray

Cuando le llevé la última tarta, una de Ferrari que ya publiqué en el blog, Saray y yo decidimos que la de su cumpleaños la haría como yo quisiera; sorpresa para ella.  La verdad, no me fué muy difícil decidir el motivo. Desde el principio tuve la idea clara: algo relacionado con los tacones. ¡Es increíble ver la facilidad con la que Saray se desenvuelve encima de sus taconazos!

Pero quería también reflejar otras facetas de mi amiga que son importantes: su sensibilidad, su generosidad, su dedicación a sus hijos... Y yo, que soy una amante de todo tipo de cojines, creí que lo mejor para sostener los taconazos de Saray era un cojín delicado, refinado, satinado, tierno ...

Bueno, éste es el resultado de querer unir en una tarta estas cositas:

El interior de la tarta también es un contraste entre dulces y ligeros toques ácidos: el bizcocho con suave sabor a fresa conseguido con Nesquick en polvo y un intenso sabor a vainilla; no puedo enseñaros el pastel cortado, pero el color del bizcocho era rosa, coloreado con rojo Wilton, todo lleno de frutos del bosque caramelizados incrustados en las diferentes capas. El frosting esta vez era una buttercream de crema de queso y vainilla. Al hacer el corte, aparecen las capas rosa intenso y blanco, que dan un efecto realmente sorprendente a la tarta.

Tocaba dar forma de cojín al bizcocho, lo que hice recortando al bies las esquinas, y luego cubrirlo con fondant blanco. En cada esquina del cojín hice un pompón de hilos de azúcar, algo que me parecía fundamental para darle aún más una apariencia de cojín "de verdad". Normalmente hago los "churritos" con la mano, pero ya tengo un extrusor de fondant que me permite hacerlos todos exactamente iguales y más uniformes. ¿Verdad que quedan monísimos?

Para hacer el zapato decidí hacerme yo misma la plantilla, ya que las que encontraba por internet me parecía que no se ceñían bien al tipo que yo quería. Tenía que ser algo exquisito, elegante y llamativo a la vez. Aquí os muestro el lado interior del zapatito, totalmente hecho con pasta de azúcar de color rojo endurecida con CMC. 

El lazo, hecho también en pasta de azúcar, está pintado con purpurina naranja "Orange Hologram". Es la única parte del pastel que no puede comerse, ya que esta pintura no es apta para el consumo. Hay purpurinas que lo son, pero quería un efecto realmente brillante y con un toque "coralino", así que me pareció el ideal. ¡Pero no os preocupéis, que avisé a Saray de que se podía comer todo menos el lazo!

¡¡No, no me olvido de enseñaros un detalle del "taconazo"!! Fue realmente complicado hacerlo, pero con un poco de paciencia y creatividad, no hay nada que se resista. 

Seguro que os habéis fijado en que el cojín está lleno de encajes y perlas. Los encajes los hice combinando diferentes moldes de silicona especiales para encajes de azúcar y recortándolos para darles la forma y distribución que yo quería. Las perlitas son comestibles, y el collar de perlas está hecho a mano con fondant blanco.

Os tengo que confesar que ha sido la tarta que más penita me ha dado que tuviera que desaparecer de mi lado... Podría decirse que me ha robado el corazón. Pero ha valido la pena, porque Saray, que era su destinataria, la disfrutó con toda la alegría que la caracteriza. 

Al fin y al cabo, eso hacemos, ¿no? Arte efímero...