Ya os lo he dicho muchas veces... Cuando un cliente repite, es que "nuestra primera vez" fué un éxito... Y si ese cliente sabes que es experimentado, de un gusto exquisito y exigente... ¡Entonces ya no se puede pedir más!
Y así es Beatriz, alguien que llegó por casualidad a nuestra tienda...
La primera vez le hicimos una reproducción en miniatura de la tarta de bodas de una pareja muy querida por ella... Esta segunda vez el reto fue mayor: la reproducción de dos cascos de Kart. Los cascos de Joan y de Jordi.
La reproducción de un objeto personal es siempre un doble reto. Y si es una tarta 3D entonces es triple: Algo muy querido y muy definido, no vale "que se parezca". Al menos, a nosotros no nos vale. Las proporciones, los colores, el diseño, es único y así debe ser nuestra tarta...
Yo no sabía mucho sobre cascos de Karts... Mejor dicho, nada... Pensé que todos tenían la misma forma, pero nada más lejos de la realidad. Al menos en este caso, cada uno de ellos tenía una forma bien definida. No sólo la "decoración", sino la estructura... Así que tuve que hacer un diseño previo para cada uno por separado...
Dentro de estos cascos hay un tierno, tiernísimo corazón de bizcocho de vainilla, relleno de chocolate blanco y mousse de frambuesa. Mojado con almíbar de manzana... Cualquiera lo diría, verdad??
Laterales, parte superior, parte frontal y parte trasera... todo diferente, todo había que conseguirlo bien, exacto al original...
La expresión y las palabras de Beatriz fueron muy clarificadoras: "Raquel, los has clavado!" Palabras felices, sonrisa amplia y satisfecha. Para nosotros, ya lo sabéis también, es más importante que cualquier otra cosa...
Gracias por compartir con nosotros tu satisfacción, Beatriz! Y gracias por repetir y poner tu confianza en nosotros!
Me encanta mi trabajo...
¡Nos vemos pronto!
