domingo, 24 de noviembre de 2013

Dulces piratas

Cada vez que me enfrento con la primera línea de mi entrada en el blog, tengo la misma tentación: pedir perdón por el tiempo que no comparto con vosotros una de mis tartas. Y decidí hace unas semana que no lo iba a hacer más... Así que ésta será la última vez. Vaya por delante que repartir el tiempo de un día de 24 horas tiene te obliga a tomar ciertas decisiones y no desatender a nada... así que en la medida de lo posible yo seguiré publicando los pastelitos que hago, aunque no podré publicar todos. ¡Tema cerrado!

Y ahora vamos con una tarta que hice hace unas semanas... la cual me hace ilusión publicar por dos razones: porque es algo diferente de lo que suelo hacer (¿no os pasa a vosotros que a veces os parece que todas las tartas se parecen?), y porque la personita que me lo encargó hace honor al nombre de mi página: dolça... No, no se llama dulce, se llama Dúnia, pero es muuuuy dulce!!

Me pidió una gorra para alguien especial que hacía años, poquitos años, y ésta es la gorra en cuestión...

Realmente contenta con la similitud entre tarta y gorra auténtica...


Los componentes de la tarta son un bizcocho de chocolate puro, negro, con frosting de chocolate blanco y almíbar de limón. La verdad es que yo intento hacer muchos rellenos diferentes, ... ¡pero no sé que pasa con el chocolate, que se lleva siempre el protagonismo! Y lo bueno que está...


Parte trasera de la tarta, con la etiqueta igualita, igualita que la original, pero en fondant... 
Y éste un lateral, con la misma peculiaridad...

La "P" de los Pirates, y el botón que remata cualquier gorra que se precie...

Una tarta sencilla, pero muy lograda de la cual me siento satisfecha. A veces lo que pensamos será más fácil nos complica la vida!!

Un saludo y hasta la próxima!

domingo, 17 de noviembre de 2013

Receta para dulces ahorradores

Uno de los ingredientes que tiene toda nevera de un buen amante de la pastelería creativa, es un tupper más o menos grande con los restos de las barrigas de nuestros bizcochos (que se empeñan en no quedar planos del todo), y los restos de modelados varios sobre bizcocho. 
Y yo, que no tiro nada (me parece totalmente amoral) voy congelando... No me apetecía volver a hacer Cakepops esta vez, así que aproveché una receta que me pasó mi amiga Marta de Cal Dolç para la base de un pudding  y le dí mi toque personal (soy casi incapaz de obedecer a rajatabla una receta, algo que me ha dado muchos sustos...). 


La verdad es que no tenía pensado publicarlo, pero me ha salido tan, tan, tan bueno, que lo voy a compartir con vosotros. Seguro que más de uno lo habéis hecho un montón de veces, pero si no es así, no lo pienses dos veces... 


Ingredientes

- Restos de bizcochos u otros dulces que tengáis guardados o ya estén  secos.
- 5 huevos
- 600 ml. de leche
- 3 cucharadas de azúcar moreno (a mí no me gusta demasiado dulce, podéis poner una o dos más)
- Vainilla y canela al gusto
- Una pizca de sal 
- Unas cuantas avellanas enteras y unas cuantas nueces troceadas (la cantidad que os apetezca)
- Caramelo líquido
- Ganaché de chocolate blanco
- Mermelada de arándanos

Elaboración

¡Muuuyyy fácil! En un molde vertemos el caramelo líquido (yo he rociado el molde con spray antiadherente) y a continuación el bizcocho o retales de bolleria bien desmenuzado. La cantidad que yo he usado hacía unos dos dedos de alto en un molde de 20 cm (perdonad este "a ojo de buen cubero", pero es que así lo he hecho y no tenía pensado reflejarlo en el blog). Sobre estas migas he repartido los frutos secos.

En un bol he batido los huevos, el azúcar, la vainilla, la sal y la canela, añadiendo después la leche y homogeneizando bien la mezcla, que luego se vierte repartiendo cuidadosamente sobre el anterior preparado. 

Lo introducimos en el horno precalentado a 150º, al baño maría, y allí lo dejamos hasta que cuaje la mezcla y quede tipo pudding. Yo lo he tenido 25 minutos.

Lo sacamos del horno, y mientras se enfría, mezclamos un poco de ganaché de chocolate blanco con mermelada de arándanos. 
Desmoldamos y cubrimos la tarta con esta deliciosa mezcla, y decoramos, si queremos, al gusto. Yo le he hecho, con glasa real, unas florecitas que quedaban preciosas... 

No me ha dado tiempo de hacer fotos siquiera!!


viernes, 15 de noviembre de 2013

La chispa de la vida

Nada que ver tiene mi entrada con la bebida que dió a conocer esta expresión: "la chispa de la vida". Yo quiero presentaros uno de mis últimos pasteles relacionando la profesión del "cumpleañero" con otra "chispa"... que mencionaré al final...
Pues sí, la tarta que nos ocupa era para Salvador, un señor que se dedica a una profesión sin la cual todos nos quedaríamos huérfanos de muchas de las cosas que podemos disfrutar ho. Porque Salvador es electricista, entre otras muchas cosas...

Imprescindible el cable... 


Imprescindible una buena escalera donde subirnos...

Imprescindible el destornillador, imprescindibles los guantes...

Imprescindible una buena llave inglesa...

... para hacer la tarta de un electricista!!


Evidentemente el interior tenía que acompañar la originalidad del decorado de la tarta... Así que combinamos el chocolate negro del bizcocho, con un almíbar picante y una buttercream de naranja sanguina de Funcakes con un sabor exquisito. El riesgo era importante, pero el éxito fue total. Imagináos el contraste entre el negro y el naranja vivo. ¡Además no cortamos las capas del pastel en horizontal, sino siguiendo la forma circular!


Cabe decir que pusimos una hilera de lucecitas entre la base y el dosel que daba un toque aún más original a la tarta al encenderse, cosa que en el momento de sacar el pastel con la vela encendida y el reflejo del dosel hizo aún más llamativo todo el conjunto.


El ingrediente final e imprescindible de esta tarta: una familia unida con la cual compartirlo. ¡Ya está el puzzle completo, y ahí es donde está la chispa de la vida!

Nos vemos pronto!!

martes, 5 de noviembre de 2013

DracuAshley

Este fin de semana he subido ya de rango... ¡Mi primera Monster High! La verdad es que me extrañaba no tener ningún encargo de estas criaturas de los dibujos animados...
Cuando la mamá de Ashley me encargó la tarta, después de decidir su diseño final, acordamos que haríamos una figura de la Draculaura. Ya sabéis que en Dolça Fantasía intentamos que nuestros pasteles sean pequeñas obras de arte en fondant, reproduciendo con la versátil pasta de azúcar todos los elementos posibles de nuestras creaciones... pero no imaginé que esta muñequita me tendría tantas horas ocupada!!

Valga decir que, a mi modo de ver, al de los padres de Ashley y a la misma Ashley, nos ha valido la pena!

Ésta es la calaverita más famosa entre las niñas... Está hecha con pasta de azúcar blanca y roja de Kelmy. El borde y los ojos en negro se delineó y dibujó con el rotulador de tinta negra comestible.

Para ambientar la decoración de la tarta, colocamos trozos de telarañas  y alas de murciélago hechas con glasa real. La glasa es fácil de hacer con el azúcar icing de Kelmy y el Merengue Powder de Wilton, teñidos con el colorante negro, que dieron un aspecto increíblemente real y fantástico a la tarta.

Las botitas de súperplataforma de la Draculaura son un signo de identidad muy particular... quedaron preciosas! 
Las cintas se realizaron con pasta de azúcar negra de Funcakes y los cordones con glasa real negra. La bota en sí es pasta de goma Satin Ice teñida con un poco de rojo para conseguir este rosa determinado.

Aquí tenemos a la Draculaura, que de ahora en adelante llamermos DracuAshley en honor de la lindísima criatura que cumplió con ella sus cinco añitos. Toda ella está hecha con pasta de goma teñida según la necesidad, y los detalles más pequeños, como el collar, las costuras, los botones, y las puntilla de la falda, con la Glasa Real que antes os hemos comentado, usando una boquilla número 1. Un trabajo delicado y laborioso...

 ¿Verdad que es monísimo? Un murciélago chiquitín que acompaña a la DracuAshley... y el detalle del paraguas, al cual pintamos el mango con pintura metalizada en tono rosado para darle una aspesto más real.

Aquí la tenéis entera. Un auténtico trabajo de artesanía en el cual el creador se puede detener a recrear todos los detalles que se deseen, para satisfacción de Ashley, que ya nos dijo que no se va a comer la Draculaura, sino que la va a poner como decoración en su habitación. Para ello le hicimos la plataforma inferior y le regalamos otra donde pudiera depositarla despúes de comerse la tarta.

Éste es el resultado final... Realmente precioso. Su interior era una armonía de sabores y colores; sabores en chocolate negro, limón y buttercream de frutas del bosque, y colores en negro y rosa intenso,  igual que su exterior. La cubierta del pastel está realizada con fondant Funcakes negro, haciendo efecto como de goteo, todo cortado a mano, y fondant funcakes rojo y fucsia mezclado para conseguir un color intenso, único y original. Acabado con la vela necesaria para todo buen cumpleaños que se precie!

La carita de Ashley cuando le dejamos la tarta en medio de una mesa llena de dulces y una habitación toda decorada con motivos de las Monster High no tiene precio...

sábado, 2 de noviembre de 2013

Castanyada !!

Con el buen sabor de boca aún del curso que hizo Dolça Fantasía en Sad Serveis con los pequeños el mes pasado, hemos vuelto a repetir con los peques. Esta vez para preparar algo para que ellos también llevasen una sorpresa reposteril a la Castanyada. 


Cinco preciosas criaturas, alegres como toca a su edad, pero con una capacidad de trabajo increíble, ya que en 1 hora y media hicieron los cuatro cupcakes correspondientes, ¡sin perder la sonrisa ni agotar la paciencia de la "profe"!!

Abril hace honor a su nombre, realmente, porque pone luz y alegría en cada segundo... Sin perder la concentración!

 Marta juntó la dulzura de su caracter con la dulzura de sus cuatro cupcakes, que por cierto, se pueden calificar de "progresa adecuadamente!!!

 Roger ya casi es un veterano, porque es su segunda clase de Cupcakes... ¡realmente tenemos un futuro Ferrán Adrià!

Naiara ya hace postres y creaciones con su tía, me dijo, así que esta preciosa niña pudo aprender un poquito más para seguir progresando!

Elena empezó poquito a poco pero fue aprendiendo de tal manera que acabó sus perfectos cupcakes con una soltura inusitada... ¡Un aplauso para ella!


 En fin, un aplauso para todos, porque en sólo un ratito todos disfrutaron, aprendieron, y se llevaron sus cupcakes para celebrar la Castanyada con familiares y amigos.

¡Hasta la próxima, que será una aventura nueva!
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