Estamos muy orgullosos de los cursos que hasta ahora hemos impartido en nuestra cocina/taller, de todos. Pero poder decir que hemos tenido en ella a Jordi Farrés dando un curso de chocolate, es alcanzar un grado más en nuestro viaje...
Este era el cartel para publicitar este evento... el cual publicamos por que nos parecía de justicia. Pero no hubiera hecho falta, porque antes de empezar a publicitar ya se había corrido la voz y lo teníamos lleno... de tal manera que tuvimos que ampliar una plaza más, con el permiso del profe, claro...
Los que nos seguís con regularidad sabéis que uno de nuestros momentos preferidos de los cursos, es el comienzo... y esta vez aún más si cabe, ya que Jordi, maestro de maestros, con su sola presencia, prometía hacernos descubrir un mundo nuevo para nosotras, lleno de nuevas experiencias y aprendizajes... Bueno, ¡parece que el espíritu del chocolate se apodera hasta de nuestras palabras!
Jordi Farrés es un hombre afable, muy simpático, de trato agradable, de una gran humanidad, que en el momento que empieza a hablar del chocolate y a impartir la clase, con cada palabra, gesto y movimiento transmite el profundo conocimiento y experiencia que ha acumulado en su recorrido profesional, que es mucho...
Primeras explicaciones, detalles básicos sobre el chocolate, comprensión de sus reacciones y del atemperado... ¡ese gran desconocido!
Viendo a Jordi realizando este ritual casi mágico, todas creo que pensábamos lo mismo: "Parece muy fácil, pero ya veremos cuando yo coja la rasqueta!" Creo que podríamos haber estado toda la tarde contemplando la maestría, el dominio total y el estilo de un profesional como el que teníamos delante...
Entramos en detalles... Cómo dar la primera capa del bombón en los moldes, el encamisado, la "funda" que envolverá sabores y texturas deliciosas y sorprendentes. Íbamos viendo, oliendo y probando, entusiasmadas, un desfile de aromas, pastas, ... ingredientes "secretos" que llegarían a hacer de nuestros bombones unas pequeñas obras de arte. Eso sí, Jordi nos dejó bien claro que lo básico es tener un CHOCOLATE DE VERDAD, de calidad, nada de sucedáneos. Según sus propias palabras, "Yo no juego en esa liga". Totalmente de acuerdo.
Ya estamos todas "con las manos en el chocolate"... chocolate en los moldes, chocolate en la mesa, en las manos, chocolate por todas partes, fluyendo de lado a lado y tomando formas concretas poco a poco... Básico e instintivo, pero refinado y exigente en extremo también. Controlando temperaturas y texturas en todo momento...
Ya hemos pasado el ratito de la comida del mediodía, con café incluido, y ahora vamos con los turrones y con la casita usando patronaje hecho por nosotras mismas siguiendo instrucciones de Jordi. ¡Trabajo de ingeniería!
¡Guaooooo!... Esto va tomando forma... Mmmmmm!!!! Los veinte kilos de chocolate para fundir en perlas van realizando su metamorfosis...
Algunos momentos del día...
Una de las chicas me comentaba después del curso que tenía agujetas en las manos de tanto atemperar el chocolate, pero que no le importaba porque lo había pasado genial y había descubierto un mundo de posibilidades que no imaginaba. Como podéis ver, trabajamos tanto el chocolate negro, como el chocolate con leche y el blanco.
Bombones de mango, turrón de chocolate negro y naranja, bombones de músico, conejitos, tabletas de chocolate blanco y pistacho, de chocolate con leche y lima y pera, casita con patronaje, piruletas, ... Una mesa llena llenísima de creaciones en chocolate para todos los gustos y once personas felices felicísimas... Diez por todo lo que aprendimos, y una, el "profe", por haber compartido sus conocimientos una vez más...
Muchas gracias, chicas, por vuestra participación, por vuestra colaboración y respeto unas con otras, imprescindibles en un curso semejante. ¡Como siempre, alumnas magistrales!
Y a tí, Jordi, un profundo agradecimiento también por haber venido, por hacernos disfrutar y disfrutar con nosotras. ¡Te esperamos de nuevo y pronto!
Sí, sí, lo he dicho bien... ¡Volverá pronto!
