Força Nàstic!

A veces hay personas que llegan a nuestra vida por medio de otras... pero que, sin saber porqué, te gustan y se acaban quedando, con más o menos relación, pero que cuando las ves te alegras. Pues eso nos pasa con Patri. Pero claro, es que es difícil resistirse a su simpatía natural!!

Y Patri quería celebrar, junto a otros amigos, el cumpleaños de Míguel (sí, sí, lo he puesto bien, con acento en la i, que sobretodo me dijo que tenía que poner Míííguel)...

El tema de la tarta, el Nàstic. A más señas, el escudo del Nàstic...

¡Sobretodo nada de natas, ni frostings, ni mousses, ni cosas así, que a Mííguel le gusta la crema de cacao, a más datos, la Nutella!.  Pues entonces, bizcocho de vainilla con capas de Nutella. Y bien mojadito con nuestro almíbar con toque de limón para que quede jugosito...

Bonito, ¿verdad? El escudo del Nàstic es precioso. Y tiene seguidores fieles que merecen ser homenajeados con lo mejor de lo mejor... 

La carita de Patri cuando vió el pastel es imposible de explicar, pero la alegría y la satisfacción, la sorpresa,... en fin... que le gustó mucho, mucho, mucho. ¡¡Y nosotros felices!!

Así que, con su permiso, reproduzco esta foto que publicó en el Facebook como recuerdo de ese día tan especial. Y les gustó lo que comieron, que eso es, al fin y al cabo, lo que importa.

La imagen de la felicidad... Una vez más... nuestro objetivo cumplido.

Ismael

Tenía una publicación pendiente de una tartita que una amiga me encargó para su hijo... Bueno, una muy buena amiga. Especial. Una de esas persona que, si tienes la suerte de conocerla, te cambian un poco la vida.

Uno de sus hijos se llama Ismael, y ella, que disfruta creando momentos especiales para los que la rodean, lo hizo esta vez para su hijo. Un chico amante del deporte. Y de estar en forma...

La tarta estaba hecha de vainilla, chocolates, dulce de leche y caramelo. ¿Cómo? ¿Que queréis ver los detallitos?  Vale, vale...

Es evidente que el muchacho está en forma... Y que tiene todo lo necesario, por ejemplo...

Diversas pesas para más o menos esfuerzo, unos guantes protectores, el agua, que nunca debe faltar...

... la toalla para "todo" que siempre llevamos al gym y que va dando vueltas por todas partes...

 En fin. Lo más bonito de este pastel es que poco después de estas fotos, una familia preciosa, con un montón de ilusiones y proyectos por delante, lo iba a disfrutar.

No hace falta que os explique la reacción de Susi cuando vió la tarta... ¡Ella sí es para comérsela!