Desde el primer momento que Vanesa entró por nuestra puerta, ya tenía muy claro que en la tarta de bautizo de su pequeña Paula quería una cunita. La había visto en uno de nuestras tartas publicadas y se enamoró de ella desde el principio...
Desde luego, cuando un cliente pone tantísima ilusión como puso ella en un encargo, no podemos decepcionarlo en ningún aspecto... Además, para hacer la cunita teníamos un as en la manga...
Nos pidió una tarta de dos pisos, con un tierno bizcocho de rica vainilla, relleno de ganaché de chocolate y frosting de frutas del bosque... Cada vez mejoramos más nuestra receta, consiguiendo estructuras húmedas y jugosas con una buena estética exterior...
Las letras superpuestas sobre cubos hacen furor en las tartas para bautizo y bebés... Nos recuerdan una época feliz, en la cual jugábamos con rompecabezas muy básicos pero a los que dedicábamos horas de diversión...
Están hechos con fondant macizo.
¿Y el trenecito? ¿No es algo realmente precioso y encantador? También realizado en fondant todo él, y bien cargadito de ilusiones y de amor para una vida que apenas acaba de empezar... la de Paula.
La cunita... Pero esta vez no es fondant. Es una cuna de Isomalt, un tipo de azúcar, modelada pieza a pieza. Éste fue mi as en la manga... por que una vez que conoces el Isomalt, hacer este tipo de estructura es más eficaz que con fondant. Y con un acabado liso y brillante que le da una apariencia única. La bebita está hecha en fondant.
La tarta. Era una tarta bastante grande, pero quedó preciosa. Vanesa y sus invitados encantados, y por lo que nos dijeron, les gustó muchísimo el sabor.
Y estamos seguros que Paula, cuando tenga más conocimiento, mirará muy orgullosa su tarta cuando su mamá le enseñe el álbum de fotos...
Paula, te deseamos lo mejor... mucho amor y felicidad!!
(Foto publicada con el permiso de la familia)
¡Hasta la próxima!
