lunes, 1 de julio de 2013

El zapatito de... Saray

Cuando le llevé la última tarta, una de Ferrari que ya publiqué en el blog, Saray y yo decidimos que la de su cumpleaños la haría como yo quisiera; sorpresa para ella.  La verdad, no me fué muy difícil decidir el motivo. Desde el principio tuve la idea clara: algo relacionado con los tacones. ¡Es increíble ver la facilidad con la que Saray se desenvuelve encima de sus taconazos!
Pero quería también reflejar otras facetas de mi amiga que son importantes: su sensibilidad, su generosidad, su dedicación a sus hijos... Y yo, que soy una amante de todo tipo de cojines, creí que lo mejor para sostener los taconazos de Saray era un cojín delicado, refinado, satinado, tierno ...

Bueno, éste es el resultado de querer unir en una tarta estas cositas:


El interior de la tarta también es un contraste entre dulces y ligeros toques ácidos: el bizcocho con suave sabor a fresa conseguido con Nesquick en polvo y un intenso sabor a vainilla; no puedo enseñaros el pastel cortado, pero el color del bizcocho era rosa, coloreado con rojo Wilton, todo lleno de frutos del bosque caramelizados incrustados en las diferentes capas. El frosting esta vez era una buttercream de crema de queso y vainilla. Al hacer el corte, aparecen las capas rosa intenso y blanco, que dan un efecto realmente sorprendente a la tarta.


Tocaba dar forma de cojín al bizcocho, lo que hice recortando al bies las esquinas, y luego cubrirlo con fondant blanco. En cada esquina del cojín hice un pompón de hilos de azúcar, algo que me parecía fundamental para darle aún más una apariencia de cojín "de verdad". Normalmente hago los "churritos" con la mano, pero ya tengo un extrusor de fondant que me permite hacerlos todos exactamente iguales y más uniformes. ¿Verdad que quedan monísimos?


Para hacer el zapato decidí hacerme yo misma la plantilla, ya que las que encontraba por internet me parecía que no se ceñían bien al tipo que yo quería. Tenía que ser algo exquisito, elegante y llamativo a la vez. Aquí os muestro el lado interior del zapatito, totalmente hecho con pasta de azúcar de color rojo endurecida con CMC


El lazo, hecho también en pasta de azúcar, está pintado con purpurina naranja "Orange Hologram". Es la única parte del pastel que no puede comerse, ya que esta pintura no es apta para el consumo. Hay purpurinas que lo son, pero quería un efecto realmente brillante y con un toque "coralino", así que me pareció el ideal. ¡Pero no os preocupéis, que avisé a Saray de que se podía comer todo menos el lazo!


¡¡No, no me olvido de enseñaros un detalle del "taconazo"!! Fue realmente complicado hacerlo, pero con un poco de paciencia y creatividad, no hay nada que se resista. 
Seguro que os habéis fijado en que el cojín está lleno de encajes y perlas. Los encajes los hice combinando diferentes moldes de silicona especiales para encajes de azúcar y recortándolos para darles la forma y distribución que yo quería. Las perlitas son comestibles, y el collar de perlas está hecho a mano con fondant blanco.


Os tengo que confesar que ha sido la tarta que más penita me ha dado que tuviera que desaparecer de mi lado... Podría decirse que me ha robado el corazón. Pero ha valido la pena, porque Saray, que era su destinataria, la disfrutó con toda la alegría que la caracteriza. 
Al fin y al cabo, eso hacemos, ¿no? Arte efímero...

3 comentarios :

  1. Raquel! Me encanta ver con qué amor y excelencia haces cada una de las tartas... ¡es increíble!
    ¡Gracias por la dedicación y por demostrar que podemos marcar una diferencia en todo lo que hacemos!

    Un besito muy dulce para ti!! Ojalá pueda algún día, probar una de tus tartas y ¿por qué no? ¡hacer algún pedido!

    Felicidades!! Love!!

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    Respuestas
    1. En cuantito pongáis los pies en Catalunya os llevo una! Muchos besos y adelante con Su obra!

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    2. En cuantito pongáis los pies en Catalunya os llevo una! Muchos besos y adelante con Su obra!

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