El año pasado también le hicimos su tarta... Pero este año Abel nos tenía preparada una sorpresita...
Claro, es que ya tiene 10 años, y los gustos van evolucionando con la edad! Así que, como quien no quiere la cosa, nos pidió un súper coche deportivo... Un Jaguar...
No es la primera vez que reproducimos un coche para elaborar una tarta. Pero no nos imaginábamos las dificultades añadidas de este modelo, que lejos de ser de ángulos agudos y cuadrados definidos, es un "simple" pero sinuoso conjunto de ondas y redondeces... ¿Y qué significa eso? Pues imagináos que tenéis que "recortar" vuestro tierno bizcocho dándole estas ondulaciones, sin "mordiscos" que luego salgan a la luz cuando forramos con fondant...
¡Una buena ganaché es imprescindible! Y, os tengo que confesar algo, con un fondant como el de SweetArt es difícil no conseguir cualquier forrado imaginable!
Aquí podéis ver el detalle, sin acabar, de los faros del coche... ¡Hechos con Isomalt!! Al igual que el retrovisor...
El interior de este Jaguar era una armonía de chocolates negros, con leche, y blanco,... ¡A gusto de toda la familia!
Abel no se esperaba esta sorpresa, aunque él había manifestado el deseo de que su tarta fuera ésta, su familia quiso mantener la sorpresa hasta el final... La ilusión fue tremenda!! Tan tremenda que la duda entre comerse la tarta o guardarla apareció una vez más...
Afortunadamente para los amiguitos invitados, Abel es un niño tremendamente razonable! Os comparto una foto, con el permiso de su familia!!
Un niño precioso!!! Gracias una vez más a la confianza depositada en nosotros de parte de esta familia!
Nos vemos el año que viene!
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