Fa temps que volia fer un pastís com aquest, una coseta femenina, elegant i delicada. La idea va donar forma a aquest nou pastís, dedicat a una familia que ja havia tastat un dels meus pastissos. M'he inspirat en les curses de cavalls d'Ascot, amb aquells barrets refinats i elaborats amb els quals les dones sorprenen els assitents. Aquí teniu el resultat.
Hace tiempo que quería hacer un pastel como éste, una cosa femenina, elegante y delicada. La idea dió forma a este nuevo pastel, dedicado a una família que ya había probado uno de mis pasteles. Me he inspirado en las carreras de caballos de Ascot, con aquello sombreros refinados y elaborados con los cuales las mujeres sorprenden a los asistentes. Aquí tenéis el resultado.
Els detalls del barret són elements principals: les papallones, fetes sense motlle, totalment manuals, de fondant i gelatina, i el llaç de punta, el toc sofisticat.
Los detalles del sombrero son elementos principales: las mariposas, hechas sin molde, totalmente manuales, de fondant y gelatina, y el lazo de puntilla, el toque sofisticado.
La petita de la casa, la Noemí, es va menjar les tres papallones una rera l'altra. I després va continuar amb els bastonets de la base del pastís. La resta de la familia va gaudir d'un farcit de crema de mora i xocolata, delicat i intens alhora. Boníssim!
La pequeña de la casa, Noemí, se comió las tres mariposas una después de la otra. I después continuó con los bastoncillos de la base del pastel. El resto de la família disfrutó de un relleno de crema de mora y chocolate, delicado e intenso a la vez- ¡Buenísimo!
Hace tiempo que quería hacer un pastel como éste, una cosa femenina, elegante y delicada. La idea dió forma a este nuevo pastel, dedicado a una família que ya había probado uno de mis pasteles. Me he inspirado en las carreras de caballos de Ascot, con aquello sombreros refinados y elaborados con los cuales las mujeres sorprenden a los asistentes. Aquí tenéis el resultado.
Los detalles del sombrero son elementos principales: las mariposas, hechas sin molde, totalmente manuales, de fondant y gelatina, y el lazo de puntilla, el toque sofisticado.
La pequeña de la casa, Noemí, se comió las tres mariposas una después de la otra. I después continuó con los bastoncillos de la base del pastel. El resto de la família disfrutó de un relleno de crema de mora y chocolate, delicado e intenso a la vez- ¡Buenísimo!
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