Homenaje con galletas

Mari se puso en contacto con nosotros sabiendo lo que quería pero sin saber exactamente cómo lo quería o en qué forma exacta vería la luz. Es uno de tantos momentos mágicos de este trabajo: interpretar, crear, dar ideas, y siempre sorprendiendo, a quienes recurren a Dolça Fantasia.

Después de una ratito de charla, llegamos a la conclusión de que lo ideal era un montaje con galletas en el cual pudiéramos incluir una vela.

Dificultad añadida: la persona a la cual querían sorprender tiene diabetes. ¡No problem! Encontramos la receta ideal, y los productos ideales para unas galletas deliciosas. Y empezamos a maquinar, a buscar la manera de encontrar la presentación adecuada.

Viendo la foto, es evidente cuales son los "amores" de Ramón. Sobre una base de 50 cm de ancho por 35 cm de profundidad hicimos compatibles aquellos elementos sueltos que Mari y sus compañeras querían ver reflejados en la "tarta": la estelada, la Mulassa, los 60 años y el "Felicitats". Y nos vino la inspiración tal como véis...

Mirad qué glasa mas espectacular. Los productos sin azúcar para elaborarla me daban un poco de miedo, pero el resultado fue excelente. Una glasa deliciosa, brillante, de aspecto suave. Una cosa a tener en cuenta: tarda más en secar. Aparte de eso, todo lo demás igual.

Las galletas que véis en forma de letra, medían cada una de ellas 6 x 4 cm. La frase: "Moltes felicitats, Ramon".

Una galleta de unos 25 x 15 cm en forma rectangular hizo de estelada. Y sobre ella, medio inclinada y elevada por su cabeza, la Mulassa.  La Mulassa es parte del Bestiari de Valls, la ciudad donde vivo. Pesa unos 160 Kg. Mide casi 5 metros de largo y 3 de alto. Cuatro personas son las encargadas, dentro de su estructura, de portarla y hacerla bailar, al compás del "Ball de la Mulassa" (Francesc Bofarull) en las fiestas de Sant Joan, Santa Úrsula, y la Festa de la Calçotada. ¡Y aquí la tenéis en forma de galleta!

A Ramón le gustó muchísimo el regalo, que se lo presentaron en una comida de celebración entre compañeros del Pius Hospital de Valls. Le gustó tanto que se lo llevó a casa tal cual. Esta es la foto que Mari me envió por el móvil...

Pues de nuevo con la satisfacción de haber colaborado en hacer feliz un ratito a alguien...