lunes, 9 de septiembre de 2013

Un mundo por descubrir


¿Por qué este título para explicar un curso de decoración con glasa real? Pues porque después de aprender todo lo que aprendí ayer, se ha abierto un nuevo horizonte, encantador y sin límites, en las decoraciones de mis pasteles. Aunque ya me imaginaba que me gustaría,... ¡no pensé que llegara a ser tanto!
Todo fue perfecto: el sitio, las compañeras, la profesora... y el resultado. Bueno, voy por partes...

¿Queréis ver a las artistas en plena faena? Hubo momentos en que nos teníamos que recordar unas a otras que había que respirar... Jajajaja!

Falta una, que evidentemente está tras la cámara de fotos, la meva dolça Marta! Aquí estábamos  creando las filigranas en forma de tulipán que luego pegaríamos en nuestra tarta. ¡Máxima precisión! Susanna al fondo, seguramente preparándonos un café con leche mientras hacemos los deberes... A ver si tengo un detallito donde se vean las filigranas...


Aquí tenéis los tulipanes, primero hechos con glasa uno por uno y luego pegados también con glasa uno por uno también. En esta foto podéis apreciar también los capullitos de flor, todo con glasa. ¿Verdad que es precioso?

Os enseño otra foto del grupo, esta vez con las tartitas acabadas y posando...


Ya imagino que pensaréis "esto se lo dirás a todas", pero han sido unas compañeras de curso MARAVILLOSAS. Nos hemos reído, nos hemos callado, hemos comido, hemos trabajado, hemos compartido experiencias... y siempre en un ambiente estupendo. Cada una aportando su carácter y haciendo que estos dos días formen parte de los buenos recuerdos. ¡Hasta nos hemos puesto un nombre que no pienso decir a no ser que ellas lo hagan!  Jajajajajaj!! Chicas... Muchas gracias.

Bueno, todo esto no hubiera sido posible sin... ¡Susanna! Susanna Ruggerini... una profesora encantadora, calmada, paciente, perfeccionista, profesional, con un gran sentido del arte y las proporciones, que tiene el don mágico de que todo lo que hacemos salga bien. Ya la conocí en el curso de flores, y ahora confirmo que no fue casualidad. Susanna, una vez más... La ringrazio molto per esere voi!

Cubrimos el dummie con fondant y nos pusimos a hacer las prácticas con los cartuchitos de papel para decorar con glasa. Es la primera vez que los utilizo, porque en mi ignorancia pensaba que no había diferencia; y sí, para este tipo de decoración la hay. Los primeros intentos fueron un poco tristes, pero Susanna nos fue dirigiendo hasta que conseguimos dominar aquél "hilillo" de glasa rebelde.


Mirad qué preciosidad... 


Yo es que creo que soy muy "cuki" (  ;)  ), pero me quedo embelesada mirando estas cositas... Tuvimos que aprender a dominar el pulso para graduar intensidad y formas, y dió resultado. 


Un detalle de la técnica "brush embroidery", que ya conocía pero que he tenido ocasión de reforzar, de la cual estoy enamorada...

Y las flores de glasa era la primera vez que las hacía. Había experimentado ya con buttercream, pero no con este tipo de glasa. Realmente, el resultado es una delicia, y son muy fáciles de hacer!

Si os fijáis, los bordes de los pétalos están delineados con pintura dorada, que le da un aspecto más "vintage" a las rositas. Como dijo Susanna, por ser tan aplicadas nos dió tiempo de hacer decoración extra! Si cuando os digo que a veces no respirábamos es verdad...


Bueno, creo que ya es suficiente... ¡De momento! Porque ahora empieza el verdadero viaje por el mundo de la glasa real... en el cual estoy segura que voy a disfrutar muchísimo. Susanna, compañeras,... ¡a vuestra salud! ¡Nos vemos en London!




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